Autora: Carla J. Ovalle
Fecha: Junio 2025
Resumen
Argentina es uno de los países con mayor cantidad de emisiones en América Latina, principalmente debido a la dependencia de los combustibles fósiles en su sector energético. En ese contexto, la explotación de la formación Vaca Muerta ha generado fuertes tensiones entre la promesa de una oportunidad económica y los impactos que puede traer el aumento de la extracción de hidrocarburos a nivel social, ambiental y energético.
Primero, ¿Qué es la formación Vaca Muerta?
Vaca Muerta es una formación geológica compuesta de capas de rocas sedimentarias que atraviesa las provincias de Neuquén, Río Negro, La Pampa y Mendoza. Esta formación es la segunda reserva de gas más grande del mundo y la cuarta de petróleo. Dadas sus particularidades geológicas Vaca Muerta se considera un yacimiento de hidrocarburos no convencional.
Si bien el primer estudio de la zona se llevó a cabo en 1931 por el geólogo estadounidense Charles Edwin Weaver, no fue hasta el 40 años después que el estado argentino decidió comenzar a explorar e invertir en la extracción de hidrocarburos a través de la empresa estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales, S. A (YPF), dando inicio a la explotación de Vaca Muerta en el año 2013 con un plan piloto que contempló más de 100 pozos de extracción.
¿Por qué es importante para el estado argentino?
Tal como mencionamos anteriormente, Vaca Muerta es una de las reservas más grandes de hidrocarburos del mundo. Para el estado argentino esto ha sido una ventana económica, no solo para exportar energía a nivel regional, sino que también para reducir su dependencia de las importaciones de gas y petróleo.
Llevémoslo a cifras:
Con una extensión de 30 mil kilómetros, alberga alrededor de 16.200 millones de barriles de petróleo y 308 billones de pies cúbicos de gas natural.
En la industria petrolera, un barril son aproximadamente 159 litros. Entonces, en Vaca Muerta se podrían extraer aproximadamente 2,575 billones de litros de petróleo. Una cantidad que no solo cubre la demanda para la matriz Argentina, sino que además permite generar líneas de exportación a largo plazo sin el riesgo de perder continuidad.
Durante el año 2024, las exportaciones energéticas sumaron 9.677 millones de dólares, convirtiéndose en el 12% del total recopilado a través de exportaciones a nivel nacional.
Entonces, ¿Cuál es el problema?
Un poco más arriba en este artículo hablamos de que las características de Vaca Muerta lo transformaban en un yacimiento de extracción no convencional, esto significa que el gas no se encuentra en un pozo que al perforar se libera, sino que los hidrocarburos están atrapados entre la roca. Para esto se deben usar técnicas distintas, y una de ellas es la fracturación hidráulica o fracking, que consiste en inyectar grandes cantidades de agua, compuestos químicos y arena a la roca que contiene los hidrocarburos para fracturarla y liberarlos.
Esta técnica ha sido sumamente criticada por organizaciones ambientales, e incluso prohibida en países como Francia debido a los riesgos que conlleva de fugas de gases o contaminación de aguas.
Por otro lado, los acuerdos internacionales en materia ambiental han incentivado y empujado a los países a dejar atrás los combustibles fósiles dada su principal responsabilidad en la crisis climática, por lo que aumentar la inversión y explotación de hidrocarburos sería un retroceso en el proceso de transición a energías renovables, más aún si se está apuntando a que sea un factor clave en la economía del país.
¿Y cómo son las cifras actuales de Argentina?
Argentina no se ha caracterizado por ser un país ambicioso en sus metas climáticas. En la última actualización de su contribución determinada nacional (NDC) en el marco del Acuerdo de París su meta de reducción de gases de efecto invernadero se cerró en 27.7% para el año 2030.
Por otro lado, sus emisiones per cápita se han situado por sobre el promedio mundial, llegando en 2021 a aproximadamente 8 toneladas de CO2 equivalente.
Nota: gráfico de elaboración propia
Durante el 2021, la emisión total de gases de efecto invernadero en Argentina llegó a 421,15 MTCO2E, siendo el sector energético el responsable de más de la mitad de esta cifra.
Nota: gráfico de elaboración propia
¿Qué se puede esperar entonces?
En un escenario ideal, Argentina debiese gestionar una transición justa que asegure el abandono paulatino del carbón y la eventual declinación en la producción de hidrocarburos, Procurando no afectar negativamente a trabajadores y economías regionales dado los últimos incentivos a yacimientos como Vaca Muerta.
Ahora bien, es importante mencionar que el país tiene la oportunidad de aprovechar sus recursos renovables para transformar su matriz, pero deberá superar barreras financieras y desincentivar nuevas inversiones en energías fósiles de forma decidida, lo que se torna un panorama complejo dado el ímpetu de seguir expandiendo Vaca Muerta con el fin de mejorar el posicionamiento económico del país.